jueves, 22 de mayo de 2008

Premios Trinidad Guevara

Espectáculo nominado a los Premios Trinidad Guevara en la terna "Coreografía" de VIVIAN LUZ.

La metamorfosis: el cambio final o Poner el cuerpo

http://mujerdejuarez.blogspot.com/2008/04/la-metamorfosis-el-cambio-final-o-poner.html
Emma Funes

Penetrar en el espacio de arte de La Manufactura Papelera prepara la disponibilidad esencial del receptor para el rito teatral. Luego, la música maravillosa que brota del piano de Esteban Rozenszain anuncia la llegada de Gregorio Samsa o de Franz Kafka, alternativamente o simbióticos, que más da. Ejemplo majestuoso de cómo el actor crea el espacio escénico, Carlo Argento se desplaza, muta, se contorsiona, asciende, danza y baja para reponer en cada músculo del ser del personaje aquellas palabras que en la excelente dramaturgia se torna lo indecible. Por la grieta se filtra la angustia de lo irrepresentable hecha cuerpo en los latidos de su protagonista. La metamorfosis llega, para Gregorio, para Franz y para el público asombrado, acariciado y conmovido por ese ser del dolor.
Vivian Luz dirige con impecable precisión un arduo desafío .
Hay que ver este trabajo, digno de sus hacedores y dignificador del teatro.

sábado, 10 de mayo de 2008

Kafka bien entendido y con notable oficiante

Carlo Argento desarrolla un verdadero tour de force en «La Metamorfosis», inquietante espectáculo coreografiado y dirigido por Vivian Luz, donde danza y actuación tienen la misma importancia.

Por: Eduardo Giorello
Ambito financiero, 8 de mayo de 2008

Este espectáculo coreografiado y dirigido por Vivian Luz une «La metamorfosis» y «Carta al padre», de Franz Kafka, para explicar las razones por las que Gregorio Samsa «una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto». Es interesante la confrontación que los autores de este unipersonal hacen de estos dos textos literarios de fuerte carga simbólica, ya que las extrañas circunstancias de uno son explicadas por el otro. La presión que ejerce un padre castrador y brutal sobre un hijo sumiso y obediente transforma a éste físicamente y modifica sus hábitos cotidianos hasta un punto máximo de degradación.
Una danza inquietante traducemás con movimientos y gestos que con palabras las alternativas de esta etapa siniestra de la existencia de Gregorio. Emergiendo de un montículo de cajas de cartón, el joven describe en primer lugar su limitado territorio (las cuatro paredes de su cuarto) y su interacción con una serie de objetos de uso cotidiano. Según las necesidades del relato y con la ayuda de algunos mínimos elementos de vestuario, el celebrante se transforma en su hermana, en su madre, en su patrón, en su padre.
La máscara dramática de Carlo Argento es de contundente fuerza expresiva y puede ser de dulzura, de sorpresa, espanto o crueldad, según las circunstancias que atraviese la galería de extraños personajes que le toca encarnar. A esa potente gestualidad, Argento suma una actividad corporal intensa, recorriendo con destreza, y casi permanentemente, un escenario de grandes dimensiones, en acciones acordes con la carga neurótica de sus emociones y sentimientos.
Para su lucimiento, la coreógrafa Vivian Luz utiliza un lenguaje contemporáneo donde la danza y la actuación tienen la misma importancia. La música en vivo, interpretada en un piano incorporado a la acción por Esteban Rozenszain, tiene aliento minimalista ya que se basa en repeticiones obsesivas.
Guillermo Tello, por su lado, ha creado un esquema lumínico de audaz diseño que contribuye a la teatralidad de «La metamorfosis», un espectáculo bello y estremecedor, que apunta a los aspectos misteriosos del alma humana en un mundo de tortuosas relaciones familiares.